Lo que comenzó como una serie de tres conciertos se ha transformado en un fenómeno sin precedentes para la industria del entretenimiento en Centroamérica.
Tras el anuncio de que los boletos para las fechas originales se agotaron en menos de 24 horas, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, destacó el acontecimiento en sus redes sociales, subrayando el esfuerzo de los productores por extender la estancia de la cantante.
Poco después, Shakira respondió confirmando la ampliación del calendario: «¡Vamos con dos fechas más!», anunció la barranquillera, consolidando al Estadio Nacional Jorge ‘Mágico’ González como la sede oficial de esta residencia regional.

El respaldo del mandatario salvadoreño no fue solo un gesto protocolario; Bukele enfatizó que el éxito de ventas refleja un cambio en la percepción de El Salvador y su capacidad para albergar eventos de gran escala.
La respuesta de la artista, aceptando el reto de sumar dos espectáculos adicionales, sitúa al país como el epicentro estratégico de su gira Las Mujeres Ya No Lloran World Tour en la región. Con las nuevas funciones programadas para el 7 y 8 de febrero, el itinerario final queda establecido para los días 7, 8, 12, 14 y 15 de febrero de 2026.
Este modelo de «residencia», que Shakira ya ha probado con éxito en ciudades como México, permite centralizar la logística y atraer a un flujo constante de turistas de países vecinos como Honduras, Guatemala y Nicaragua. Se espera que esta serie de cinco conciertos genere un impacto económico superior a los 25 millones de dólares y mantenga la ocupación hotelera de la capital al máximo de su capacidad durante toda la semana de los eventos.

El regreso de Shakira a El Salvador ocurre en un momento de consagración histórica. Su gira actual ha sido calificada por Billboard como la más lucrativa de la historia para una artista latina, con una recaudación que supera los 327 millones de dólares y más de 2.5 millones de boletos vendidos globalmente.
La producción para estos conciertos en San Salvador incluirá tecnología de última generación e inteligencia artificial, manteniendo el estándar técnico que ha caracterizado sus presentaciones en Europa y Estados Unidos.
Para El Salvador, recibir cinco fechas consecutivas de una estrella de este calibre no solo representa un beneficio económico directo, sino una validación de su infraestructura para espectáculos de alto formato.
Los detalles sobre la venta de boletos para estas dos nuevas jornadas se darán a conocer en las próximas horas, mientras el público regional se prepara para lo que ya se considera el evento musical más importante de la década en Centroamérica.






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