El ícono del reguetón puertorriqueño Daddy Yankee sorprendió al mundo con el lanzamiento de su nuevo álbum Lamento en baile, una producción de inspiración cristiana que marca su regreso a la música tras su retiro y después de atravesar uno de los momentos más difíciles de su vida personal, su divorcio con Mireddys González.

“Con Lamento en baile quise mostrar que incluso en los momentos más difíciles de la vida, la música tiene el poder de sanar, inspirar y celebrar”, expresó el artista en un comunicado difundido por su sello DY Records.

El álbum reúne 19 canciones y presenta una única colaboración, ABCD, junto al rapero cristiano Alex Zurdo, reflejando un giro total en la carrera del intérprete de Gasolina.

Entre los temas destacan Sonríele, El toque, Quién es Dios, Tan invitao, Gloria, Toy hermoso, LEB y Jezabel y Judas. Este último contó con la producción del reconocido músico Sergio George, con quien Yankee ya había trabajado en De vuelta pa’ la vuelta y Bonita.

El título LEB —acrónimo del nombre del álbum— alude al concepto bíblico de “corazón”, entendido como el centro del pensamiento y las decisiones humanas. La idea refuerza el mensaje espiritual que atraviesa toda la obra.

Grabado en medio de un proceso personal difícil

Daddy Yankee grabó Lamento en baile durante su proceso de divorcio, etapa que describe como “una montaña emocional”. Aun así, transformó el dolor en energía creativa.

“Este álbum es una celebración de la fe, la resiliencia y la música como puente hacia la esperanza”.

El video oficial de El toque fue filmado en Corea del Sur, reflejando la visión global que el artista quiso impregnarle a esta nueva faceta.

El lanzamiento del disco antecede su esperada aparición en los Premios Billboard de la Música Latina 2025, el próximo 23 de octubre en Miami, donde presentará en vivo parte del repertorio de Lamento en baile después de casi dos años alejado de los escenarios.

En entrevista con Billboard, Daddy Yankee afirmó que su propósito ahora “es transformar vidas a través de la música”, y habló por primera vez de su fe cristiana:

“Esto no es solo hacer música cristiana. El reto es poner el reino en la cultura pop. No puedo convertirme y quedarme callado.”

Con Lamento en baile, el artista más influyente del reguetón abre una nueva etapa donde la espiritualidad y el ritmo convergen, confirmando que su legado trasciende géneros y épocas.