El show programado para el 7 de octubre en el recinto Vive Claro aún no cuenta con todas las autorizaciones del Distrito, lo que genera preocupación entre fanáticos y promotores.
La cancelación del concierto de Kendrick Lamar en Bogotá destapó una polémica que sigue sacudiendo la industria del entretenimiento en Colombia. La suspensión del evento, a minutos de comenzar, dejó al descubierto las fallas del sistema de permisos para espectáculos masivos, y ahora el turno es para Guns N’ Roses, cuyo recital está previsto para el 7 de octubre en el mismo escenario.
Guillermo Escobar, director del Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Idiger), confirmó que los organizadores del concierto de Guns N’ Roses radicaron la documentación recién el viernes anterior a través del Sistema Único de Gestión de Aglomeraciones (SUGA). El expediente se encuentra en evaluación y todavía no ha sido aprobado.

“El permiso de cada evento es independiente, incluso si se realiza en el mismo recinto. Las condiciones logísticas y de seguridad varían, y cada uno debe cumplir los requisitos establecidos”, explicó Escobar, quien reiteró que la decisión final dependerá de la verificación técnica del Idiger y las demás entidades distritales.
Vive Claro promete tener todo en regla
Por su parte, Luz Ángela Castro, CEO de Ocesa Colombia —empresa que administra el recinto Vive Claro— aseguró que esta vez todo se está tramitando con suficiente antelación. Sin embargo, no ocultó su molestia por lo ocurrido con Kendrick Lamar, cuyo concierto fue cancelado el mismo día del evento.
“Los permisos fueron negados a las siete de la noche, cuando el público ya estaba en el recinto. Todo se entregó a tiempo, pero el sistema es obsoleto. No puede ser que una decisión se tome minutos antes del show”, dijo Castro en entrevista con El Tiempo.
La ejecutiva calificó el sistema de autorizaciones como “disfuncional”, señalando que las entidades distritales emiten observaciones o negativas cuando el montaje ya está terminado. Según indicó, se está discutiendo una reforma al SUGA que permita expedir las aprobaciones con días de anticipación y no sobre la hora.

El escándalo por el recital cancelado de Kendrick Lamar dejó al recinto Vive Claro bajo la lupa. A la ola de críticas se sumaron denuncias por supuestos documentos falsificados, presiones políticas y demandas infundadas, según la directiva de Ocesa.
“El recinto cumple con todas las normas de seguridad. Lo que se necesita es un sistema más ágil y coherente que no castigue a los artistas ni al público”, insistió Castro.
Mientras el Idiger revisa la documentación, los fanáticos de Guns N’ Roses esperan con ansiedad la confirmación del concierto. La presentación de la legendaria banda estadounidense sería una de las más esperadas del año, y su cancelación representaría un nuevo golpe a la confianza en la organización de espectáculos en la capital.
Por ahora, las autoridades recomiendan a los asistentes estar atentos a los comunicados oficiales del Distrito y de la productora. El Distrito decidirá en los próximos días si el concierto podrá realizarse o si se repetirá el amargo episodio que dejó sin show a miles de fanáticos de Kendrick Lamar.






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