El último concierto de Bad Bunny en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot no fue solo un cierre de residencia, sino un evento histórico que fusionó música, cultura y legado. El ídolo puertorriqueño despidió su serie No Me Quiero Ir de Aquí con un invitado de lujo, Marc Anthony, quien lo acompañó para interpretar “Preciosa”, himno de amor a la isla.

La función del 20 de septiembre, titulada Una Más, se convirtió en un momento imborrable para los más de 18.000 asistentes y millones de espectadores que siguieron la transmisión en vivo a través de Amazon Music, Prime Video y Twitch.

El dueto con Marc Anthony fue el punto más alto de la noche, ya que representó la unión de dos generaciones de artistas que han llevado la bandera puertorriqueña al mundo.

“Siempre he sido el mismo, con el mismo corazón, con la misma pasión y el mismo amor por lo que hago, y les prometo que nunca voy a cambiar. Te amo, Puerto Rico”, dijo Bad Bunny en un emotivo discurso que cerró con un mensaje de unidad, “De todas las opciones, el amor siempre va a ser la mejor”.

Impacto económico y social sin precedentes

La residencia, que arrancó el 11 de julio con 31 presentaciones consecutivas y todas con boletería agotada, fue mucho más que un espectáculo musical. Según datos de Discover Puerto Rico, los conciertos generaron un impacto económico superior a los 400 millones de dólares, beneficiando a hoteles, restaurantes, bares, comercios y pequeñas empresas de San Juan.

El turismo también se disparó, los vuelos hacia la isla aumentaron un 18 % durante las fechas de los shows, y la ocupación hotelera alcanzó cifras récord en sectores como Condado e Isla Verde.

Más allá de la música, No Me Quiero Ir de Aquí funcionó como una plataforma cultural. El escenario incluyó elementos identitarios como La Casita, réplica de una vivienda típica puertorriqueña que se transformó en ícono viral al recibir visitas de figuras internacionales como Penélope Cruz, Javier Bardem, LeBron James y Austin Butler.

La transmisión global del último show se convirtió en el concierto de un solo artista más visto en la historia de Amazon, consolidando a Bad Bunny como un fenómeno mundial y proyectando a Puerto Rico como epicentro del entretenimiento latino.

El cierre coincidió con el octavo aniversario del huracán María, y marcó el inicio de una alianza entre Bad Bunny y Amazon Music para impulsar proyectos de educación, desarrollo económico y empoderamiento cultural en Puerto Rico.

Con más de 250.000 asistentes a lo largo de la residencia, invitados sorpresa de la talla de Rauw Alejandro, Feid, Residente, Ozuna y Belinda, y un impacto que cruzó fronteras, No Me Quiero Ir de Aquí se consagra como un fenómeno que transformó la relación entre espectáculo, identidad y comunidad.

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