El Festival Cordillera, consolidado como uno de los encuentros musicales más relevantes de Latinoamérica, cerró su edición 2025 con cifras históricas.
Los días 13 y 14 de septiembre, el evento convocó a 82.000 personas, superando todos los registros de asistencia en sus tres años de existencia. De ese total, 30.000 fueron turistas que viajaron especialmente para disfrutar de la cita musical en Bogotá.
El impacto económico fue contundente. La capital registró una derrama superior a los 20 millones de dólares, reflejada en sectores como hotelería, gastronomía, transporte, comercio y entretenimiento. De acuerdo con los organizadores, el festival también generó beneficios para 13 sectores productivos y dejó aportes parafiscales que superaron los 2.800 millones de pesos.
La magnitud del evento impulsó además el empleo en la ciudad. Se calcula que en esta edición se crearon más de 55.000 puestos de trabajo, entre directos, indirectos e inducidos.
Un festival con sello sostenible
Más allá de los números, Cordillera 2025 reforzó su compromiso ambiental al mantenerse como un festival carbono neutro. En esta edición, se implementaron medidas como la reducción del uso de diésel en generadores eléctricos mediante paneles solares y baterías especiales, baños secos que disminuyen el consumo de agua, eliminación de plásticos de un solo uso y activaciones con materiales reciclables.
Otro punto destacado fue la siembra de más de 30.000 árboles en la Cordillera Andina, con lo cual el acumulado histórico ya supera los 80.000. La Aldea Verde, espacio destinado a la conciencia ambiental, volvió a ser protagonista en la experiencia del público.
La propuesta cultural se complementó con la participación de más de 80 emprendimientos en el Mercadito Latido y 45 restaurantes que ofrecieron gastronomía diversa durante el festival. Estos espacios no solo enriquecieron la experiencia de los asistentes, sino que también fortalecieron el ecosistema emprendedor de la región.
Con estas cifras y acciones, el Festival Cordillera ratificó su posición como un referente de la música y la sostenibilidad en América Latina, marcando un antes y un después en la manera de concebir los grandes eventos culturales en el país.
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