La filtración de un clip íntimo entre el cantante colombiano Beéle y la influencer venezolana Isabella Ladera generó una ola de reacciones, memes y rumores en plataformas digitales.

La noche del domingo, la red social X se convirtió en escenario de un nuevo escándalo con la difusión de un video de seis minutos en el que aparecen la creadora de contenido y su expareja. En cuestión de horas, el material se viralizó y puso a ambos en el centro de la conversación pública.

Las reacciones del público no tardaron en llegar. Entre bromas y críticas, usuarios replicaron mensajes que ironizaban sobre la falta de química entre la pareja. Comentarios como “En resumen del video de Beéle e Isabella: cero química” o “he tenido mejores encuentros con la música de Beéle de fondo que él mismo” se multiplicaron, alimentando aún más el revuelo digital.

Aunque el tema fue abordado principalmente con humor en redes, especialistas en derecho digital recordaron que la divulgación de este tipo de material sin consentimiento constituye una violación a la intimidad y puede acarrear sanciones legales. Este tipo de casos también se considera una forma de violencia de género digital, lo que abre la discusión sobre la responsabilidad de quienes difunden el contenido.

Hasta ahora, Beéle no ha emitido declaraciones públicas sobre la filtración ni sobre las reacciones que provocó.

La respuesta de Isabella Ladera

Mientras el cantante guarda silencio, Isabella Ladera eligió pronunciarse a través de Threads. Sin referirse de manera directa al video, publicó una serie de mensajes que fueron interpretados como una declaración de autocuidado y fortaleza emocional.

Con un tono sobrio, la venezolana dio a entender que su intención es reconstruir su narrativa desde el empoderamiento, evitando situarse en el papel de víctima pese a la exposición mediática. Sus palabras resonaron entre sus seguidores, que la respaldaron en comentarios, destacando la importancia de responder desde la calma frente a una situación de este tipo.

La polémica reabre la atención sobre una relación que ya había sido mediática y que parecía haber quedado atrás. Sin embargo, con la viralización del clip, tanto Beéle como Isabella vuelven a estar en el foco de la conversación digital, esta vez bajo circunstancias que ponen a prueba no solo su imagen pública, sino también su intimidad personal.