La “Loba” rugió con fuerza el 13 de mayo cuando Shakira deslumbró a 50,000 almas en el Bank of America Stadium de Charlotte, Carolina del Norte, marcando el inicio del tramo norteamericano de su gira Las Mujeres Ya No Lloran.
Con invitados sorpresa como Alejandro Sanz y Wyclef Jean, la noche se convirtió en un torbellino de nostalgia, ritmo y emociones que dejó a la farándula latina en ebullición.
Tras arrasar en América Latina con más de 950,000 boletos vendidos en 18 estadios, Shakira llegó a Charlotte lista para conquistar.

La fecha, reprogramada desde noviembre de 2024 para dar paso a venues más grandes, fue un sold out histórico, consolidándola como la primera mujer latina en encabezar un concierto en este estadio. La expectativa era alta, y la colombiana no decepcionó.
La noche comenzó con un despliegue visual impactante, pero el verdadero incendio se desató cuando Alejandro Sanz subió al escenario.
“Bueno, ya casi inicia mi gira por Estados Unidos y estoy muy emocionada, voy a tener a varios de mis amigos acompañándome y adivinen: ¿quién estará dándome suerte en mi primer concierto en Charlotte? Alejandro Sanz”, había anunciado Shakira días antes en redes, avivando la emoción de sus fans.

Juntos, interpretaron “La Tortura”, su éxito de 2005 que fusionó pop latino con reguetón, desatando una química que sigue intacta tras 20 años. Sanz, vestido de negro y con guitarra en mano, respondió con fervor: “Shaki, no podía faltar, no sabes las ganas que tengo de subirme a un escenario contigo y disfrutar. Así que nos vemos en Charlotte, tu primer concierto aquí en la gira en Estados Unidos. ¿Qué más puedo pedir? Te quiero y te mando un besito”.
Nostalgia y euforia con Wyclef Jean
El segundo golpe de la noche llegó con Wyclef Jean, quien se unió a Shakira para revivir “Hips Don’t Lie”, el himno global que cumple dos décadas. Su entrada, con el icónico “Shakira, Shakira”, hizo estallar al público, que coreó cada verso. La canción, un hito en la carrera de Shakira, recordó su crossover al mercado anglo, consolidándola como ícono mundial.
El concierto, apoyado por un setlist renovado con temas como “Underneath Your Clothes” y clásicos como “Whenever, Wherever”, mostró a una Shakira en su mejor forma. Sus 13 cambios de vestuario, desde un body rojo hasta un vestido plateado, acompañaron coreografías que resaltaron su energía inagotable a los 48 años.
Shakira viene de romper récords en América Latina, incluyendo siete shows en Ciudad de México que superaron los 400,000 asistentes. Nombrada por Billboard como la mejor artista femenina de pop latino, su gira recaudó 70.6 millones de dólares en marzo, según Billboard Boxscore, un hito histórico.






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