Lady Gaga regresó a Brasil tras 13 años y reunió a 2,1 millones de personas en un concierto gratuito en la playa de Copacabana. El show el pasado 3 de mayo, parte de su nueva era Mayhem, no solo celebró su conexión con los fans, sino que dinamizó la economía local con un impacto estimado en 600 millones de reales (106 millones de dólares).
El evento, organizado por el Ayuntamiento de Río, comenzó a las 10:00 p.m. con una explosiva interpretación de “Bloody Mary”. Gaga, vestida de rojo intenso, apareció en una estructura que evocaba un teatro griego, acompañada por un cuerpo de baile que mantuvo la energía al máximo.
Hits como “Poker Face”, “Judas” y “Born This Way” resonaron entre la multitud, que coreó sin parar. “Esta noche, estamos haciendo historia. Gracias por hacer historia conmigo”, expresó la cantante, desatando aplausos.
Gaga cambió su atuendo por un vestido con los colores de la bandera brasileña, generando una ovación masiva. Desde un balcón decorado, compartió un mensaje conmovedor: “Quizá se pregunten por qué me tomó tanto tiempo regresar, pero la verdad es que estaba sanando, estaba volviéndome más fuerte. Mientras sanaba, ustedes seguían ahí, pidiéndome que regresara cuando estuviera lista. Brasil, ¡estoy lista!”. Luego dedicó “Shallow” al público, afirmando: “Ahora somos familia, muchas gracias”.
La puesta en escena incluyó pantallas gigantes y coreografías vibrantes, con momentos emotivos como la lectura de una carta donde Gaga agradeció la espera de sus fans desde su cancelación en Rock in Rio 2017 por salud.
Miles acamparon desde la noche previa cerca del Copacabana Palace, y los clubes de fans organizaron concursos para acceder a un área VIP limitada.
Con 5,000 agentes de seguridad, el evento transcurrió sin incidentes. Según Osmar Lima, secretario de Desarrollo Económico, el concierto llenó hoteles y comercios, generando empleos en temporada baja. Río planea eventos similares hasta 2028. Disponible en el recuerdo de millones, el show de Gaga reafirma su legado como ícono global.
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