El cantante colombiano Yeison Jiménez abrió su corazón en una entrevista reciente, revelando los momentos más difíciles de su lucha contra la depresión y la ansiedad.
En el pódcast Los hombres también lloran, conducido por Juan Pablo Raba, el artista confesó haber enfrentado pensamientos suicidas que lo llevaron a replantear su vida y su carrera musical.
Jiménez, oriundo de Manzanares, Caldas, detalló cómo la presión acumulada por años afectó su salud mental y física. Durante la conversación, relató episodios críticos que lo sorprendieron en pleno escenario: “Estoy cantando y se me empiezan a venir las lágrimas y yo digo qué es esta mierda, que estoy haciendo acá, yo no quiero estar acá”.

Los síntomas, que incluyeron mareos, insomnio y dificultades para respirar, lo obligaron a buscar ayuda profesional, un paso que marcó el inicio de su recuperación.
Conocido por éxitos como “Maldita traga” y “Aventurero”, Yeison ha construido una carrera sólida en la música popular colombiana. Sin embargo, el peso de la fama, combinado con sus responsabilidades como empresario (maneja cerca de nueve negocios), lo llevó a un punto de quiebre.
“Me había alejado mucho de Dios”, admitió, señalando que esta desconexión espiritual agravó su vulnerabilidad ante lo que describió como ataques internos que lo consumían.
El intérprete, quien también ha incursionado en otras facetas fuera de la música, destacó la importancia de visibilizar la salud mental. Su testimonio en el pódcast no solo expuso las secuelas físicas de la ansiedad, como el entumecimiento y los tics, sino que también subrayó su decisión de acudir a un psicólogo para enfrentar estos “demonios”. Este proceso, aunque arduo, le permitió reconectar con su bienestar y su fe, elementos clave en su vida.

La entrevista, disponible en plataformas digitales, se ha convertido en un llamado a la reflexión sobre los desafíos que enfrentan incluso las figuras públicas. Yeison Jiménez, con su historia, busca inspirar a quienes atraviesan situaciones similares, dejando un mensaje claro: pedir ayuda es esencial. Su música y su voz seguirán resonando, ahora con un trasfondo de resiliencia que trasciende el escenario.






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