Bogotá se rindió a los pies de Shakira este martes 25 de febrero de 2025, y no solo por los conciertos que dará el 26 y 27 en El Campín. La reina del pop latino salió a la noche capitalina con sus hijos Sasha y Milan, y su parada en el icónico restaurante Andrés Carne de Res desató un pandemónium que tiene a las redes sociales en llamas. Entre gritos, empujones y un tumulto de fans enloquecidos, la barranquillera demostró que su poder trasciende los escenarios, convirtiendo una cena en un evento que ya es leyenda urbana.
Todo empezó cuando Shakira, recién llegada a Bogotá para su gira “Las Mujeres Ya No Lloran World Tour”, decidió darse un respiro antes de sus dos noches épicas. Acompañada de sus pequeños y un fuerte esquema de seguridad, la cantante entró al restaurante en la Zona T, un lugar que ya había recibido a Ester Expósito semanas atrás. Pero nada preparó al staff ni a los comensales para el caos que se desató: una multitud rodeó a la familia, teléfonos en alto, mientras ella intentaba avanzar tomada de las manos de Sasha y Milan. “Fue una locura, nadie esperaba verla ahí”, contó un testigo a Noticias Caracol, y las imágenes muestran a Shakira entre el bullicio, hablando con un hombre de su equipo que algunos especulan recibió un regaño por el descontrol.
Las redes estallaron con el momento. Un video viral captó la entrada triunfal, y los comentarios no se hicieron esperar. “Shakira en Andrés Carne de Res, Bogotá no está lista para esto”, escribió un usuario en X, mientras otro bromeaba: “Cuidado con el ceviche, que no pase lo de Perú”. El malestar abdominal que canceló su show en Lima en 2024 volvió como chiste, pero también hubo críticas: “¿Por qué no controlaron eso?”, “Ella merece comer tranquila”, y hasta cuestionamientos al lugar elegido. Sin embargo, la mayoría celebró su cercanía, con fans destacando que se detuvo a firmar autógrafos y saludar en el hotel antes de la cena.
Un encuentro que va más allá de la farándula
La visita no fue solo un capricho gastronómico. Shakira se reunió con su tío Guillermo Ripoll y su hermano Tonino Mebarak, un momento familiar que trascendió en una foto viral. Mientras, a cinco kilómetros, cientos acampaban frente a El Campín desde la madrugada del 25, desafiando el frío con carpas y provisiones para asegurar su lugar. Páramo Presenta compartió un video aéreo del escenario: una estructura negra con pantallas y una pasarela imponente, lista para las 8 PM del miércoles, cuando 40,000 almas por noche corearán “Te Felicito” y “Hips Don’t Lie”.
El impacto de Shakira en Bogotá trasciende el chisme. Su presencia inyectará $136,000 millones a la economía local, con $28,000 millones en comida, bebidas y souvenirs, $11,000 millones en hoteles al 92% de ocupación, y un efecto multiplicador de $34,000 millones, según el Instituto Distrital de Turismo. “Es un catalizador cultural y económico”, afirmó Andrés Santamaría del IDT, y los cierres viales desde la Transversal 28 hasta la NQS, junto a TransMilenio hasta las 12:30 AM, lo confirman: la ciudad se paraliza por su reina.
Entre el caos de Andrés Carne de Res y la espera en El Campín, Shakira sigue siendo la chispa que enciende Bogotá. Los fans no solo buscan su música; buscan su magia, y esta noche demostró que, con o sin concierto, ella sigue siendo imparable.






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