Yeison Jiménez, uno de los pilares de la música popular colombiana, ha dejado a sus seguidores con el corazón en un puño tras confesar un delicado problema de salud que lo acecha. En medio de la promoción de su nuevo lanzamiento musical, el artista de 33 años abrió su alma en una rueda de prensa, admitiendo que padece queratocono, una enfermedad ocular que está transformando su vida y su carrera de manera inesperada.
El cantante, conocido por éxitos que resuenan en el alma de miles, sorprendió al revelar que esta condición no es un simple inconveniente. El queratocono, según explicó, adelgaza progresivamente la córnea hasta convertirla en una forma cónica, distorsionando su visión y haciéndolo extremadamente sensible a las luces. “La luz me entra mucho más fuerte que a las personas normales al cerebro”, confesó Jiménez, dejando entrever el esfuerzo titánico que supone facing los reflectores y escenarios que son su día a día.
El diagnóstico no es nuevo para él. Durante años, ha recurrido a gafas y lentes para mantener a raya los efectos de esta afección, pero el tiempo ha jugado en su contra. Su participación como jurado en realities y las exigencias de la industria, con sus luces brillantes y grabaciones intensas, han acelerado el deterioro. “A los 35 me toca hacerme una bobadita, trasplante de córnea”, anunció con una mezcla de resignación y humor, dejando claro que en dos años deberá enfrentar una cirugía crucial.
La solución no es sencilla. Jiménez detalló que necesitará un trasplante de córnea, un procedimiento que implica esperar un donante y someterse a una operación que cambiará su vida. “Me toca buscar un muerto para los ojos míos, pero es la verdad, no hay otra forma”, dijo, según reportó Pulzo, mostrando una sinceridad desgarradora sobre el impacto de esta realidad en su futuro.
Mientras espera ese momento, el artista sigue las recomendaciones médicas al pie de la letra, consciente de que cualquier descuido podría agravar su estado y poner en riesgo su carrera. Aunque el queratocono es más común de lo que parece, afectando a personas desde la adolescencia hasta los treinta, su avance lento pero implacable lo convierte en un enemigo silencioso. Para Yeison, esta batalla es personal, pero también un recordatorio de su fortaleza ante las adversidades.






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